Según explicó el reverendo Thomas Vander Woude, párroco de la iglesia de la Santa Trinidad en Gainesville (Virginia), una pareja que iba a tener un bebé, al que le diagnosticaron síndrome de Down, había decidido que si no encontraba una familia que lo adoptara lo abortaría al final del día.
En horas, cientos de personas habían contactado a la iglesia para ofrecerse. Fue tanto el pedido que la parroquia tuvo que conseguir personal adicional para atender llamadas de todas partes del mundo como Holanda, Puerto Rico y Canadá.
El sacerdote cuenta que, además, recibió más de 600 correos electrónicos. "Debe haber más de 1.000 parejas interesadas en adoptar el bebé", asegura Martha Drennan, directora de Formación de la Fe en Adultos y Liturgia de la parroquia.
"Es realmente hermoso", dijo Vander Woude. "Tienes a este bebé no nacido con discapacidades y todas estas personas se ofrecieron a cuidarlo casi de inmediato. Es realmente un testimonio de la bondad de la gente".
Decenas de grupos católicos en Facebook reenviaron el mensaje urgente del padre Vander Woude y muchos reaccionaron a la historia.
"Fue muy emocionante ver a todas esas personas ofrecerse para dar voz a ese bebé, para darle una vida", dijo Geraldine Erikson, la feligresa de la iglesia que publicó el mensaje urgente de Vander Woude en Facebook.
"No es raro que las familias encuentren en las redes sociales niños con síndrome de Down para adoptar", dijo Diane Grover, fundadora y presidente de la coalición. "De hecho, varios de los miembros del consejo de la coalición han adoptado niños después de ver una publicación en Facebook", dijo.
"Ver que hay tantas familias que valoran a un niño que tiene síndrome de Down como a cualquier otro niño y que lo quieren criar como propio es una llamada de atención para nuestra sociedad", dijo Jon Coleman, presidente de la Sociedad Nacional para el Síndrome de Down de Estados Unidos.